lunes, 18 de febrero de 2013

La cena y Aura

Una de las experiencias más gratas para mí fue reencontrarme con Aura. Uno de mis primeros encuentros con la literatura fue con ese libro y  fue fascinante repetir la experiencia, pues, como la primera vez, la historia volvió a cautivarme por su suspenso.
Con La cena, me llevé una sorpresa magnífica, pues no tenía conocimiento de ese cuento excepcional, me agradó mucho leerlo y tener una referencia más de un excelente escritor.
Aunque mi calificación fue menor a mi trabajo con Elsinore, me sentí más emocionada al realizar el trabajo. Seguí los consejos de mi profesora respecto a citar más, pero cometí un grave error al perder la referencia del texto que redactaba. Olvidé incluir  mi premisa principal y concluir. Me limité a reseñar las narraciones, pero sin un objetivo en concreto. Obviamente, debió ser para recomendar ambas obras sumamente extraordinarias.
            

lunes, 11 de febrero de 2013

Otras actividades

¿Quién no disfruta hablar de su pintura favorita? Es un verdadero deleite poder compartir con nuestros compañeros de clase este tipo de detalles, mostrar un poco de los gustos que nos definen.
Un cuadro puede ser tu preferido por varios motivos, todos subjetivos y quizá dispares de los demás. En mi caso, lo que hace que me acerque más  a una obra es, muchísimas veces, la personalidad de ésta y de quien la realiza.
Ciertamente que este tipo de actividades, nos complacen más, pero nos comprometen todavía más a dominar detalles de la obra o de la vida del artista. El apoyo visual es indispensable y así como la mayoría llevó sus imágenes en diapositivas y uno de mis compañeros ofreció un católogo de pintura, yo preferí llevar mi imagen impresa y pasarla a mis compañeros. Confío en que al tenerla en sus manos y de cerca les transmitiera algo o que al menos con mi descripción me hiciera más familiar a ellos, pues creo que es básico que llevemos una buena relación entre nosotros.
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Otra actividad que recuerdo muchísimo fue el transformar una hoja que nos dio la profesora con unas equis en ella. La instrucción era que transformáramos esa hoja con nuestra creatividad, partiendo de lo que contábamos que era justo la hoja con las taches.
No sé muy bien cómo describir mis sensaciones. Ni siquiera podía dibujar en clase. Lo tuve que hacer en casa y pintarrajee cosas que me agradan, aunque no sé si tuviera algún sentido para otros. Para mí no tenía alguno en especial, pero intenté dejar en aquella hoja parte de mí.