miércoles, 20 de marzo de 2013

Pensamiento Complejo, Edgar Morin

La lectura sobre el tema del pensamiento complejo, me dejó flipando un poco. Sobre todo con la idea de lo que conforma la complejidad.
En mis jornadas de bienvenida a la universidad,  uno de los temas centrales giraba en torno a la interdisciplinariedad y bien a mí se me antoja que el pensamiento complejo del que habla Morin es aquello de lo que se viene trabajando en este tipo de propuestas. Sobre todo porque hay temas que no convienen ser abordados independientemente, por el contrario es un imperativo necesario el reunir el conocimiento de otras disciplinas.
Si bien somos entes individuales, no debemos olvidar que somos parte de una serie de conjuntos que nos obligan a formar lazos con otros seres de un todo.
De eso va el pensamiento complejo, de un asunto muy ligado a la filosofía: La mirada de la totalidad. Hablar de pensamiento complejo, como nos muestra Morin es hablar de ese todo y si queremos comenzar a abordar de verdad el estudio de algo, debemos tomarnos muy en serio la idea de abarcarlo en su totalidad, aunque delimitemos, pues cada cosa tiene su razón de ser y nuestro objeto de estudio se va convirtiendo en el resultado de esa concatenación de eventos.
Los temas relacionados con la existencia humana se vuelven también demasiado complicados y es ahí donde es necesario recurrir a la interdisciplinariedad de las ciencias de la vida. Conjugar ciencia y espíritu siempre darán más el sentido de completud, de aquel ser al que otorgamos supremacía entre los seres vivos y de cuya especie formamos parte.